NOCHES_ALTA_m

Alexanderplatz

Noches blancas, mañanas negras

JAB-2082
LP vinilo 12"
19,00
Edición limitada de 300 unidades en vinilo negro. Incluye descarga gratuita en formato digital (MP3 - 320 kbps)

"Noches blancas, mañanas negras" es el tercer álbum de ALEXANDERPLATZ, el proyecto de Alejandro Martínez tras la disolución de Klaus&kinski. Un disco que siguiendo la línea marcada por los dos anteriores trabajos ("Muera usted mañana" y "Parques nacionales españoles") continúa profundizando en la combinación de estilos y arreglos de guitarras y sintes, que otorgan a sus composiciones un sello personal e intransferible. Canciones que, desde los tiempos de Klaus&Kinski, se caracterizan por su forma poliédrica de interpretar la música pop y siempre nos deparan piruetas con resultados sorprendentes, bordadas a unas letras singulares que nos muestran los recovecos de una realidad compleja a través de los ojos curiosos e insumisos de su autor.

Si "Parque nacionales españoles" fue, de algún modo, su disco más contemplativo, "Noches blancas, mañanas negras" se caracteriza por adentrarse en el mundo interior de ALEXANDERPLATZ. Experiencias, que en su transcurso, siempre acaban por aflorar a cielo abierto en los momentos y circunstancias más íntimas y delicadas de la realidad cotidiana, transformando el día a día en una aventura inédita.

La cara A se abre con una tierna y juguetona pieza rockabilly (o más bien soft-billy), una suerte de dulce alumbramiento de lo que está por venir titulada "Hipnoparto", que nos prepara para uno de esos baños de realidad a los que ALEXANDERPLATZ nos tiene, afortunadamente, acostumbrados. "Afectuosamente suyo", el segundo adelanto de "Noches blancas, mañanas negras", es una canción dominada por juegos de guitarras limpias y cristalinas (se podría relacionar con un pop de guitarras más o menos clásico) aunque con ganchos y pinceladas synth, y por los arpegios de los sintetizadores analógicos. El resultado es un ambiente de cierta dulzura que se torna malicioso y cáustico y que entrega una epístola de sabor agridulce.

El tercer corte de "Noches blancas, mañanas negras" es "Virgencica", primer single digital publicado del álbum y un tema en parte deudor del synth pop de los 80', donde conviven los arpegios y jugueteos de los sintes análogicos, con las texturas ambientales de las guitarras y los beats electrónicos quebrados. Rompe en un enérgico estribillo algo más EDM y posee un mensaje sarcásticamente conformista: Virgencica, que me quede como estoy… Perfecta para propiciar "El arte de la fuga". Una composición que bascula entre el folk y el country-rock más clásico, en la senda de Jackson Browne, Gram Parsons o Neil Young, con una primera parte más contemplativa, a la que le sigue una sección más intensa y dinámica. Una huida neo barroca.

Llegado a este punto, con "Ascética básica" ALEXANDERPLATZ opta por un cambio de tercio en el fondo y en la forma. Una ranchera eremita de sabor mariachi, para cantar las virtudes del retiro ascético. El tema de sonido más orgánico del disco, en el que juegan guitarras y trompetas al gusto de un Ry Cooder o un Jorge Negrete vestidos con pieles y viviendo en una cueva en el desierto de Sonora. Como contrapunto y para finalizar el primer lado del vinilo de "Noches blancas, mañanas negras", ALEXANDERPLATZ llama a la "Oración". Una enérgica vuelta a los ochenta, de riffs a lo New Order y las cajas largas mojadas de reverb para hincarse de rodillas y cantar mirando al cielo...

La cara B tiene un comienzo duro. "Veneno gratis" es rock ponzoñoso, pesante, un poco AOR y un poco alucinado, envidioso de muchas cosas y con mucho riff de guitarra, claro. Como es previsible en ALEXANDERPLATZ, a continuación y a contrapelo llega la ternura, la suavidad y la contradicción de "Cada vez me echas menos de menos". Un corte con una textura entre dulce y mágica, de guitarras delicadas o brumosas y trompetas cariñosas.

El desenlace a este "Noches, blancas, mañanas negras" empieza con la canción más "Insultantemente exultante" del disco. Quizá el tema más pop del LP, con infecciosas guitarras y sintes, ganchos riffs y dinamismo luminoso para avanzar intensamente hacia un final de inexplicable exultación. Porque "A mí la guardia civil", aunque se inicia in crescendo a partir de arpegios de sintetizadores oscuros y misteriosos, rompe en una sección posterior más rítmica, que deviene en un aún más intenso crescendo, ideal para entregarse en comisaría.

Para finalizar, como no podía ser de otro modo, ALEXANDERPLATZ tiende un pacificador "Puente de plata". El tema más escapista, ambiental y etéreamente dream pop del disco, en el que cuerdas y guitarras empastados en masas de sonido muy reverberantes nos permitirán huir escalando hacia la cumbre o afrontar de la mejor manera la conclusión del disco.

“Noches blancas, mañanas negras” ha sido compuesto e interpretado por Alejandro Martínez Moya, excepto: Sergio Bernal: baterías en 2, 7, 9 y 10; Miguel Porras: baterías en 1, 4 y 11; Cristian Fernández: trompetas en 5 y 8. Producido, grabado y mezclado en Murcia por Alejandro Martínez y asistido por Antonio Illán (MIA Estudios, Algezares, Murcia). Masterizado por Arturo Vaquero en Abrigueiro Estudios (Friol, Lugo). Dirección de arte, diseño y maquetación: Paco Martínez.

Tracklist

  1. Hipnoparto
  2. Afectuosamente suyo
  3. Virgencica
  4. El arte de la fuga
  5. Ascética básica
  6. Oración
  7. Veneno gratis
  8. Cada vez me echas menos de menos
  9. Insultantemente exultante
  10. A mí la Guardia Civil
  11. Puente de plata