El segundo álbum de Nadadora fue el de su consagración definitiva entre las bandas más importantes del panorama independiente del pop español. La carrera ascendente del sexteto gallego, repleta de pequeños éxitos y dos grandes discos (el mini CD "Aventuras dentro de cajas" en 2004 y el álbum "Todo el frío del mundo" en 2005) que fue acrecentando su fama, se vió confirmada con este "Hablaremos del miedo" y las 10 canciones que lo integran.

Un disco en el que consiguieron depurar su estilo haciéndolo, si cabe, más brillante (en lo referente al sonido) e intenso (en su aspecto más emocional), construido, como casi siempre, sobre la sólida base de un sonido de guitarras impresionante, arrebatadores cambios de ritmo que intercalan magistralmente con delicados remansos de paz y melancolía y un juego de voces (Sara y Gonzalo) al alcance de muy pocos. Sin embargo si algún adjetivo hubiera que aplicar a "Hablaremos del miedo", serían los de nitidez y equilibrio. Dos características que, aplicadas al sonido del grupo, permitirán al receptor de las composiciones de Gonzalo Abalo una mejor y más profunda percepción de las señas de identidad que han marcado las canciones de Nadadora desde sus principios, que ahora, como sus textos, denotan el estado de madurez por el que comienzan a transitar.

"Hablaremos de miedo" representó igualmente el mayor despliegue llevado a cabo por los gallegos a la hora de profundizar e interpretar la ya de por sí amplia gama de registros que constituye su repertorio y su manera de hacer música pop y de entender y aplicar el rock. En él encontraremos el habitual abanico compositivo de la banda tratado de tal modo que consiguen sacarle el mayor partido posible. En otros términos, un trabajo lleno de combinaciones que van más allá del habitual póquer de singles que constituyen la columna vertebral de sus discos y que en este caso forman "Tú y cuántos como tú", "El bosque", "La forma" y "Frágil", pero que en cualquier momento y circunstancia bien pudiera transformarse en otra figura ganadora, gracias a comodines de la talla de "Después de todo", "Al final (todo arde)" o "La electricidad en el hueso". Y todo ello, sin dejar de lado las buenas costumbres, como la ya imprescindible aportación en idioma gallego, que en esta ocasión llega con "Todo o mundo protesta" o la colaboración, de la mano de Aldo Linares, que toma forma de dueto vocal, junto a Sara en "Aceptar", con la que se cierra el disco.

La novedad más importante en "Hablaremos de miedo" vino por la introducción de instrumentos de cuerda y viento, así como de arreglos orquestales en buena parte de los temas del disco, que acrecientan el toque épico en los momentos álgidos de las composiciones de Nadadora y que les colocó en los similares parámetros musicales de bandas como The Delgados o Stars.

Destacar por último que el disco, grabado en su Galicia natal, con la producción de Iñaki Bea y del propio grupo en el estudio Círculo Polar de O Grove, fue masterizado en Nueva York (en West West Side Music) por Alan Douches responsable de haber hecho lo propio en trabajos de artistas de la categoría de Sufjan Stevens, Antony and the Jonhsons, Galaxie 500, Beirut, Radio 4 o Damon & Naomi, entre muchos otros. El diseño gráfico del digipak, como siempre, fue obra de Luis Escalante.

01. Tú y cuántos como tú
02. Después de todo
03. El bosque
04. Frágil
05. Al final (todo arde)
06. La electricidad en el hueso
07. Todo o mundo protesta
08. La forma
09. A=B=C
10. Aceptar