Quinteto de Castellón formado por María Puig (voz, guitarra y teclados), Félix Ribes (bajo), Juan Ribes (guitarra), Miguel Ribes (batería) y Laura Pla (teclados), la última en incorporarse, surgido en 1998 a orillas del Mediterráneo (Castellón) para dar salida al imparable manantial de esplendoroso pop que se había ido acumulando en tardes de ensayo, entre paseo y paseo en bicicleta y entre cappuccino y cappuccino, a la sombra de cualquier bonito café de su ciudad.

Su primera maqueta (la azul), todavía cantada en inglés, además de ponerles en el mapa de las promesas del nuevo pop del pais, les valió para atraer la atención de los numerosos seguidores al pop delicado, de melodías emocionantes y letras con historias ensoñadoras que caracteriza su repertorio. Entre ellos estaba Jabalina que, inmediatamente después de caer rendidos ante la magia y la chispa de sus canciones, les hizo partícipes de su proyecto. Fruto de esta unión fue la segunda maqueta (la roja), que recogió sus primeras composiciones en castellano. Un hito más en su corta carrera y otra entrega de preciosos temas que, sobre la base de una filosofía hedonista, evidenció la proyección del grupo y el estado de madurez de sus canciones. Fue entonces cuando se hizo necesario plasmar estas primeras vivencias en un disco que reflejara el sentimiento y la ilusión que había despertado entre nosotros la recién iniciada relación. Un sueño compartido que se iba a hacer realidad con "Un plato pequeño". El mini CD de seis canciones que, como primera consecuencia, iba a ver rebautizado el nombre del grupo. En lo sucesivo, Honey Pie se llamarían Jonipai, que se pronuncia igual, pero no es lo mismo... A partir de aquí los acontecimientos se fueron precipitando: la grabación de dos nuevas canciones para el recopilatorio Jabalina "El Sol sale para todos", su participación en el Festival de Benicàssim del 2000 y la vuelta a la rutina de componer nuevas canciones. Un proceso que, sorprendentemente, lejos de desarrollarse bajo los parámetros iniciales, por desgracia para los que nos enamoramos con su propuesta de partida, se produjo dentro de una evolución como grupo que, al alejarse del estilo y de la linea que caracteriza a Jabalina, provocó un inesperado y, por ello, amargo desencuentro.